Despues de una tarde acalorada en la alberca de la terraza de nuestro penthouse, bebiendo Möet y Cristal y jugando cricket y polo, decidimos pasar a sentarnos cerca de la cancha de tennis porque quedabamos ya muy pocos celebrando mi cumpleaños.
Los hechos documentados del final, aqui:
¡Denle!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario